No, Jesús no nació en Navidad, ni murió en Semana Santa. El puede nacer en cada corazón que le reciba hoy. Damos gracias a la entrañable misericordia de Dios, con que nos visita cada vez que alguien clama a El pidiendo su gracia y su perdón. Es mejor no irnos tras el romanticismo de la época e insistir en la posibilidad de que Jesús se revele a las vidas de todos los que le invocan.
Read MoreEs una cadena que crearía una especie de constante. La palabra de Cristo daría a luz a los primeros discípulos, la palabra de los discípulos daría a luz al resto de los creyentes. Y así fue, miles de convertidos a Cristo siguieron a esta primera cosecha. Dios respondió de inmediato y así nació la iglesia.
Read MoreTodavía está vigente la llamada del cielo: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”
Y todavía es permitida la respuesta de Isaías: “Heme aquí, envíame a mí.” Isaías 6:8
Read MoreCristo vino a manifestarse a un mundo de muertos. No como la visión del “valle de los huesos secos” de Ezequiel. Estos muertos caminaban, saludaban, reían, comían, celebraban. Pero no tenían relación con Dios porque la Biblia dice que “estábamos muertos en nuestros delitos y pecados...” (Efesios 2:1).
Read MoreYa sabemos que el cielo parece estar pendiente del arrepentimiento de un pecador. Jesús mismo afirma que el gozo se contagia a los ángeles y que el cielo se llena de alegría cuando alguien decide el cambio que lo regresa al camino del Señor.
Read More“Por poco me persuades…”, dijo el rey Agripa al apóstol Pablo. El rey creía que convertirse en cristiano sería una larga jornada de intentos para Pablo. Pablo le dijo: “Quiera Dios que por poco o por mucho…”.
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