TESTIMONIO PUBLICO
¿quién es este hombre de quien oigo tantas historias? - Lucas 9:9 -
Una de las características que identifican a un discípulo de Jesús es la capacidad de “andar como El anduvo”. Cuando hemos estado conviviendo con alguna persona por mucho tiempo, comenzamos a imitar sus dichos, gestos, manera de reaccionar, temas de conversación etc. Nosotros mismos no lo notamos, pero es algo evidente para otras personas.
Un ejemplo bíblico de éste “mimetismo conductual” ocurrió en el patio del sumo sacerdote cuando se acercaron a Pedro para decirle “Tú realmente eres también uno de ellos, se nota por la forma en que hablas”. Algo tan simple como un acento, identificó a Pedro como uno de los discípulos.
Jesús decía “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.” Esta identificación con su Padre habla precisamente de esa relación estrecha que le permitía conocer su voluntad e imitar su carácter.
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” dijo el apóstol Pablo mientras hablaba de una vida para a la Gloria de Dios y el cumplimiento de su misión. Estilo de vida que él había adquirido “a fin de conocerle… llegando a ser semejante a él..” Fil 3:10-11
Dar testimonio público de Jesús es precisamente eso, demostrar con tu manera de vivir que has tenido una estrecha relación con El, y que otros lo puedan ver.
Esta cita de Lucas nos narra que… “Cuando Herodes Antipas, el gobernante de Galilea, oyó hablar de todo lo que Jesús hacía, quedó perplejo…” La manera de vivir de Jesús y el mensaje que traía se parecían mucho a Juan El Bautista y viceversa. Incluso algunos decían tanto de Jesús como de Juan, que eran la resurrección de Elías o algún otro profeta por las manifestaciones que podían ver y oír. Tal fue la impresión de Herodes que también quiso conocer a Jesús.
Cuando Jesús dijo a sus discípulos y me seréis testigos en Jerusalén toda Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra, hablaba de imitar el carácter de Jesús entre aquellos que no le conocen, hasta que muchos sientan la inquietud de saber ¿quién es El? Es mostrar precisamente esas manifestaciones del poder y autoridad de Jesús donde quiera que estemos tal como lo hicieron los seguidores de Jesus de las iglesias de Tesalónica:
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada porque ellos mismos cuentan…
Dar testimonio de Jesús no se trata de articular una verdad espiritual o íntima solamente… es vivir esta confesión y compromiso en la esfera pública.
Los apóstoles tenían una máxima que haríamos bien en hacer nuestra “no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” Para esto recibimos el poder… para ser testigos de Él, andando como Él anduvo entre los que aún no le conocen.